Toda represa que se construya en cualquiera de las zonas ecuatoriales, tropicales, y subtropicales como en el nordeste argentino y en particular en la provincia de Misiones, impactará seriamente en la salud de sus habitantes, actuando como verdaderas bombas biológicas.
martes, 6 de julio de 2010
Inundaciones, enfermedades, contaminación...
Hoy la provincia de Misiones ya sufre las consecuencias de Yacyretá: Dengue, Leishmaniasis visceral, Paludismo, y casos sospechosos de fiebre amarilla en Puerto Iguazú. La elevación de la altura del agua, por supuesto, creará un gran aumento de las superficies cubiertas, tanto en el embalse, como en los arroyos que desembocan en él, lo cual expulsará de sus hábitat a todos los seres vivientes de la zona inundada, activando también la migración de vectores silvestres, como roedores y marsupiales, a áreas pobladas, permitiendo la instalación en ellas de enfermedades de ocurrencia hasta poco tiempo exclusiva en zonas rurales como Leptopirosis y como resultado de la tala de la vegetación, en las costas de inundación y en las islas, se podrá activar la migración del murciélago portador del virus rábico. Las altas temperaturas promedio registradas en la región sumadas a la falta de obras que tiendan al saneamiento básico, la ausencia de redes cloacales y plantas de tratamiento, la falta de control en la eliminación de los desechos industriales serán hechos que sin dudas, contribuirán a aumentar el riesgo de propagación de enfermedades.
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